lunes, 6 de diciembre de 2010

Empobrecimiento global



Agilipollamiento global es probablemente lo que sufren muchos de nuestros coetáneos, y no sólo en relación con el calentamiento global.
Intentaré ordenar unas cuantas ideas que me rondan por la cabeza, en forma de preguntas, y en relación con lo que da nombre a este blog:

1.- Comunicación
La entrada en escena de Wikileaks y sus consecuencias nos coloca en el centro de la ¨veracidad informativa¨. Nada se libra de las críticas ajenas. Nadie sale limpio del todo de las revelaciones. Algunos se preguntaban ayer en un artículo de El Mundo si el deseo de protagonismo de Assange estaba por encima de su deseo de transparencia. Estas reflexiones no surgen hoy. El Watergate ya planteó la disyuntiva, que en su día se quiso llamar espionaje.
¿Cuál es el papel actual de los medias? ¿Existe confidencialidad estatal cuando esta va en contra de los intereses ciudadanos? ¿Qué papel juega la ideología en la política? ¿Quiénes nos gobiernan, en realidad?

2.- Educación
En los últimos días se nos ha presentado distintos estudios sobre el estado de la educación en el mundo. La primera sorpresa por mi parte vino al leer un artículo sobre Finlandia que viene precedida de su excelente reputación y de la envidia del resto de Europa. Mis preguntas al respecto eran:
¿Puede un estado de cinco millones de ciudadanos y ciudadanas presentarse como modelo para el resto de Europa, teniendo en cuenta la Historia y la idiosincrasia de cada uno de los países que conforman la Unión Europea? El éxito del sistema finlandés se atribuye entre otras razones a ¨la homogeneidad de su alumnado, con menos de un tres por ciento de inmigrantes". La inexistencia de la diversidad o su poca influencia sobre la sociedad quizás no sea, en el fondo, una ventaja real para los chicos y chicas en la escuela. Vivir en un mundo aislado, cerrado sobre sí mismo, y no tener que confrontar valores culturales en un espacio educativo, probablemente reduzca considerablemente el campo de visión quienes dan sus primeros pasos en la sociedad.
¿No es hora de considerar que la falta de diversidad puede, a su vez, ser un problema en el sistema educativo? ¿No es momento de dar a conocer experiencias interculturales de éxito, tal y como se están realizando en nuestras aulas, por ejemplo? ¿La calidad y la excelencia pasan obligatoriamente por la gestión de la diversidad, dijo Ángel Gabilondo, en numerosas ocasiones.

3.- Género
Volveré a meterme con los medios un ratito, aunque no sólo. El bochorno con el que hemos asistido, en las últimas semanas, a la verborrea machista de algunos tertulianos de la televisión pública madrileña y de algún exministro, ha puesto de manifiesto que la reivindicación por la igualdad debe seguir siendo una lucha permanente y prioritaria. La violencia de género no es exclusivamente agresión física, lo sabemos, pero cuando se ejerce desde el espacio público y con dinero público, se deben tomar medidas claras para su erradicación. No podemos dejar pasar ni una sola ocasión de denunciar los atropellos machistas en todos los espacios en los que nos encontremos. Y ser asertivas en todos y cada uno de los casos en que el machismo se ponga de manifiesto.
Por otra parte una de las perlas del embajador de EEUU, Aguirre, se refirió -según wikileaks- a la Ministra Carme Chacón, como a una "inmadura politicamente, que se preocupa más de detalles pequeños, como la paridad, que de las armas..."

4.- Desarrollo
O debería hablar más bien de codesarrollo. No deja de sorprenderme la evolución que ha sufrido el concepto a lo largo de sus cuarenta años de vida. Pasamos a la idea de ayuda al desarrollo, prácticamente  caritativa a un concepto de codesarrollo en el que se supone que se trabaja de manera conjunta, en torno a un proyecto común en el que los países u organizaciones beneficiarios se convierten en actores de su propio desarrollo, con la colaboración de quienes estamos del "otro lado".
La actual postura que consiste en destinar la mayor parte de los presupuestos a la acción en destino es naturalmente la adecuada, pero -según mi opinión- (y en eso radica el "co" de codesarrollo), debe existir un trabajo de colaboración sistemático en cuanto a contenidos. La justificación económica de los proyectos y la justificación de contenidos deben ir a la par y, a la vez, por vías diferenciadas. La mala prensa que gira en torno a la cooperación al desarrollo se cimienta también en los abusos cometidos. Y estos no siempre se producen de este lado del charco.
¿Cómo podemos garantizar que el dinero destinado al codesarrollo se utilice realmente en actuaciones para la mejora de las condiciones de las personas destinatarias? ¿Dónde están y en qué se han gastado los miles de millones de euros y dólares que se quisieron destinar a la reconstrucción de Haiti? ¿Cómo se evalúan los proyectos financiados por los gobiernos? ¿Cuáles son los resultados medibles que justifican el abono de las facturas?

Y otro día toparemos con la Iglesia.

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